Translate

lunes, 11 de agosto de 2014

Un cigarrillo en la oreja y el café a medio terminar.
El pasto estaba frío. Húmedo. Me resbalo hasta alcanzar la tierra.
Todos nos reímos, una pequeña muestra de la levedad de las cosas.
Un golpe.
Me habla del clima, que mañana va a ser un día soleado. Que va a ir al Tigre.
Como si fuera el único lugar por donde escapar.
Como si quisiera que lo acompañe, que mire su espalda bronceada..
Hay algo esponjoso debajo de mi axila.
Transpira y me hace cosquillas.
Le pregunto si quiere más café y me dice que no, que lo esperan y que se tiene que ir apresurado.
Mi papá lloraba el día que me internaron.
Un huevo en ascensor.
Gracias a Dios, no sabía hablar.

¿Qué es la belleza?
El dormitorio tiene una alfombra roja. Mullida, cómoda. Un futón y una mesita de luz.
El hotel se llama, Doncella.
Me río, no del nombre del hotel, sino de mi cuerpo.
Y que al final se fue a Tigre.
Como una odisea.
Se creía que los guerreros antiguos, en la Grecia,  provenían de Hércules.
Se amaban los unos a los otros..
Es interesante el articulo. La revista no la conozco.


En nuestro tiempo se considera ridículo apagar la luz mientras se hace el amor.
Siempre dejábamos una lámpara prendida.
Pero cuando nos penetrábamos cerrábamos los ojos.
El gozo que nos inundaba, requería de oscuridad.
Como si en esa oscuridad, la cual era pura, no hubiera fronteras.
O tal vez que alguno de los dos, sentía disconformidad.
Valla uno a saber.

Hoy voy a dormir, tratando de recordar.
De no privarme de nada.
Porque el que se priva de las cosas, es un monstruo.
Quizá sea un monstruo.
Por el único hecho de negarme en dormir juntos y dormir en un hotel.
Bien pegado a mis cosas.

Recordando.



Marco Spaggiari

No hay comentarios.:

Publicar un comentario